25 de Junio de 2017 - Mérida - Cáceres (Badajoz).-

25 de Junio de 2017.-

Mérida (Badajoz)  -  Cáceres.-





Cruz y la clásica flecha amarilla indicando la dirección del Camino.

     Hoy toca una ruta algo larga, 75 Kilómetros, así que como tónica general a las siete de la mañana ya estaba en camino, no sin antes haber desayunado con mis compañeros Juan y José, me despido de ellos hasta Cáceres.

La Salida desde el albergue.


    Todavía es de noche, así que se hace imprescindible usar las luces, tanto la trasera como la delantera, el tiempo parece que va a acompañar ya que está nublado y se mantendrá así hasta Cáceres, la salida de Mérida es siguiendo las flechas, aunque al final tengo que preguntar a un runner de estos que salen a hacer su carrera por la mañana, sin más, cogemos el camino hacia el embalse de Prosrerina, camino compartido de coches y con un carril bici, sin llegar al embalse ya adelanto a los dos peregrinos que nos acompañaron por la noche, así que buen camino.



     Una vez llegados al embalse de Prosperina nos da la bienvenida una música, no sé cono describirla, un poco máquina, hipster o after, en las cercanías debe haber una disco de las que están hasta las tantas de la mañana.

El embalse de Prosperina, a 5 Km. de Mérida


    El embalse está a unos 5 kilómetros de Mérida y me imagino que será referente en los paseos dominicales antes del vermut y demás.

   Una vez en el embalse el camino deja de ser asfaltado y se torna de tierra, serpenteando por la orilla de dicho embalse, salimos de Prosperina por entre unos parking y algún chalet y volvemos a ir por un camino asfaltado hasta que lo dejamos para ya, ir por camino de tierra.

Diferentes indicaciones en Aljucén.

   Llevamos desde el embalse unos 7 Kilómetros hasta un conjunto de casas llamado "El Carrascalejo", hay que decir que esta parte de Extremadura está bastante bien señalizada, se ve que en su día recibió fondos para la señalización y adecuación de la vía de la plata.

Río Aljucén, casi sin agua.
   A 17 Kilómetros de Mérida nos encontramos con el pueblo de "Aljudén", ahora son las 8:20 de la mañana, igual que el anterior, parecen núcleos urbanos que no son muy grandes, a la salida pasamos por un puente sobre el Río que lleva el mismo nombre, a estas alturas del año poca agua lleva, pero sus orillas siguen estando verdes, también pasaremos por algún badén de algún riachuelo, que en este caso lo cruzaré sin usar los cubos puestos a tal efecto cuando el caudal del riachuelo sea considerable, cosa que no es en este caso.

   Desde la salida de Aljudén, pasados 18 Kilómetros, se atraviesa el parque natural de Cornalvo, sobra decir que el camino es una continua en ella pasaremos al lado de una cruz con lo que no habremos perdido la referncia del camino, poco antes de llegar a Alcuéscar, el camino empieza a bajar, no mucho, pero ya habremos alcanzado la máxima cota y ahora el camino se mantiene más o menos a la misma altura.

Subida al Parque Natural de Cornalvo (alcornoque a ambos lados)..
    Alcuéscar está a la mitad del camino de la etapa de hoy, son las 10 de la mañana, para darme un respiro, el cielo está cubierto, hace calor pero se lleva mejor que cuando el sol te pega de lleno.

Bajando, al fondo está Alcuéscar..

    Una vez pasado Alcuéscar, provincia de Badajoz, la siguiente población se llama, "Las casas de Don Antonio", a la salida de esta población estuve cogiendo agua y refrescándome bastante tiempo ya que hay una fuente bastante generosa, en estos lugares el agua es fundamental, y aunque llevo conmigo bastante agua, se agradece el frescor del agua recién salida de la fuente.


Puente medieval y al fondo, Casas de Don Antonio.
    Cruzamos por el arroyo de Santiago, que está seco, así que no uso el puente de piedra, que por su aspecto parece medieval, el camino transcurre señalizado por los famosos cubos de granito, por lo que me acuerdo, se llega a una llanura en la que se va cogiendo velocidad, cada vez más, llegado a un punto en que me doy cuenta que me voy separando del track del GPS, es tanta la distancia de la que me he separado, que me tengo que parar y ver si efectivamente me he perdido del todo o tengo alguna posibilidad, sin ir para atrás, de empalmar de nuevo con el camino.

Señalización característica de Extremadura y fuente, (Aldea del Cano).
    Malas noticias, he de regresar sobre mis pasos y eso me fastidia un montón, pregunto a unos aficionados al aeromodelismo que estaban por ahí volando sus naves cual es el buen camino, la respuesta no fue otra que, señalándome unas antiguas naves de aviación me dijeron, por ahí, todavía recuerdo las palabra exactas de su respuesta, no en vano los barracones estaban a unos dos kilómetros, así que no quedó otra cosa que retomar el camino, creo que fue tal la velocidad que experimenté en esa larga llanura, que no vi la señalización, una vez a la altura de los barracones abandonados, proseguí el camino como si no hubiera pasado nada.

    No obstante el lugar en el que me perdí es del aeródromo de Cáceres y con solo atravesarlo hubiera sido bastante, cosas que pasan.

Camino de entrada a Cáceres.
    El camino es feo, no hay ni árboles ni vegetación, lo podría denominar como terrenos llecos, después de pasar por uno o dos túneles para libra la carretera nacional nos encontramos enfilados hacia la ciudad de Cáceres, el camino por el que entramos a la ciudad es de zahorra, y según nos vamos llegando a la ciudad va salpicándose de alguna nave industrial, una vez que ya entro en la ciudad, en la primera rotonda que me encuentro paro y le pregunto a una viandante por el albergue municipal, con sus indicaciones no llegué a perderme pero hice lo que la intuición me decía, si que atravesé su casco antiguo pero al final llegué al albergue, que se encuentra casi a la salida de la ciudad, al lado de la plaza de toros.

Cáceres.
    El albergue es una residencia de estudiantes, con habitaciones con su ducha y todo, me costó convencer a la hospitalera de que yo quería meter la bici en la habitación, pero al final accedió, me tranquiliza más saber que está bajo llave y en mi habitación, aunque no hubiera pasado nada si la hubiera dejado dónde me indicaban.

 
José, yo mismo y Juan.
    Después de tener todo preparado, vestido de calle y la ropa en el tendedero, estoy a la espera de que vengan mis dos amigos, cuya aparición la hacen aproximadamente a las cuatro de la tarde.



    Casi sin tiempo para buscar un sitio para comer, fuimos a un restaurante que está cercano al albergue, justo al entrar, nos cuenta el dueño que la cocina acaba de cerrar, bueno entre que le lloramos un poco y que eramos tres clientes más, no sabemos cómo le fué el dia, decidió finalmente darnos de comer.


    La comida estaba muy buena, también he de decir que excesivo precio para unos peregrinos, pero teniendo en cuenta el día de la semana, domingo y el favor que nos hizo digamos que comimos de capricho y todo bueno.
Plaza Mayor de Cáceres.

    Por la tarde después de la tromba de agua dimos una vuelta ppor esta monumental ciudad, que particularmente me dejó anonadado al ver su casco antiguo, que mantiene todo el sabor medieval, una tarde de turismo total.

    Después del buen día de bici y de turismo toca descansar, mañana más.

 



 
    

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